Muchos habréis oído hablar de él y otros quizás no, es el cuadro del jardín de las delicias de El Bosco entre 1500 y 1505 aunque no se sabe con exactitud, y es una de las pinturas más enigmáticas que existen con jeroglíficos y misterios escondidos en el.
Este tríptico ha fascinado a todos los que han tenido la oportunidad de contemplarlo en el Museo del Padro de Madrid.
Desde los primeros años del siglo XVI, cuando estaba en el palacio de los Nassau en Bruselas, ha dado pie a todo tipo de interpretaciones
Este cuadro se cierra y en su exterior puede observarse lo que se considera el tercer dia de la creación del mundo.
Está pintado con grises, blancos y negros y corresponde a un mundo sin Sol ni Luna.
Una vez abierto el cuadro de se divide en 3 partes:
Al fondo puede verse la Fuente de la Vida y en primer plano aparecen Dios, Eva y Adán. Dios está presentando a Eva recién creada y Adan la mira.
En el primer plano a la izquierda aparece el Árbol de la vida y en un segundo plano, a la derecha, el Árbol del la ciencia con una serpiente a su alrededor.
También puede verse dentro de la fuente de la vida una lechuza que se repite en varias zonas del tríptico y refleja la maldad y el pecado.
Junto a Adán hay animales que representan la inteligencia y la fuerza y junto a Eva hay animales que simbolizan pureza, soberbia y fecundidad.
Este panel refleja lo que después acontecerá, ya que lo que a primera vista parece un paraíso, podemos observar animales se enfrentan unos a otros, un león se come a un ciervo, un animal es perseguido por un jabalí, un leopardo lleva en la boca un ratón, ... Son señales que avisan de de pecado.
Panel central: El jardín de las delicias
Un falso paraíso que refleja el pecado y la lujuria. Aparecen tanto hombres como mujeres, blancos y negros, desnudos. Se muestran todo tipo de relaciones sexuales y escenas eróticas heterosexuales, homosexuales y también entre animales y plantas.
Las extrañas estructuras que oprimen a los personajes y son como pompas o conchas y reflejan que el pecado se apodera del ser humano y lo atrapa para siempre.
El estanque de detrás podría ser considerado el del adulterio, un estanque en el que las mujeres se bañan mientras los hombres cabalgan alrededor.
Detrás hay un estanque en el que flota un enorme globo gris azulado, utilizado para realizar acrobacias lascivas y alrededor hay un río dividido en cuatro ramales y al final de cada uno hay unas excéntricas construcciones vegetales y minerales en forma de torres que serían los cuatro ríos del Paraíso terrenal.
En el cuadro puedo observarse a Adan y Eva en una especia de cueva escondidos viendo lo que ha ocurrido en el mundo por su culpa. También aparece detrás de ellos quien podría ser Noé que anuncia una nueva era tras el diluvio.
El cuadro acusa a eva por haber caido en la tentación de la serpiente cometiendo el pecado por el que pagará toda la humanidad.
Aunque ha habido varias interpretaciones ya que hay quien considera que El Bosco no quería acusar a nadie y muestra un mundo de felicidad sin dolor enfermedad ni muerte.
Panel derecho: El infierno
Este panel representa el infierno al que está expuesto la humanidad, lleno de innumerables tormentos con representaciones de instrumentos musicales (se ignora por que El Bosco asociaba la música con el pecado).
En la parte superior aparece reflejado el infierno con fuego y torturas y se cree que hace alusión a algún trauma propio del pintor de cuando era niño.
Es una atmósfera demoníaca en el que el cuchillo unido a las dos orejas significan los genitales masculinos y la gaita que sostiene el monstruo en la cabeza se refiere a los genitales femeninos.
En la parte central aparece ese monstruo que sostiene la gaita mirando fijamente al espectador y se cree que puede representar al propio artista que con vendas se tapa la llaga producida por la sífilis. Sus brazos son como troncos de árbol que descansan sobre barcos que están sobre un lago helado sobre el que patinan algunos condenados mientras se desquebraja.
Puede verse también un personaje con cabeza de ave sentado en un retrete, y con una caldera en la cabeza. Se piensa que podría ser Satanás devorando a los condenados y defecándolos en un pozo negro. Bajo el manto de Satanás una mujer desnuda es forzada a mirarse en un espejo convexo colocado en las nalgas de un demonio, aludiendo al pecado de la soberbia.
En la parte inferior a la izquierda aparece un grupo de jugadores atormentados y torturados por demonios en medio de un gran caos, aludiendo a la lujuria y la pereza. A la derecha, se ve a un hombre abrazado por un cerdo con velo de monja, probablemente aludiendo a la lujuria.
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